La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró este 11 de abril que una eventual expulsión de Ecuador del grupo, como todos los asuntos relativos a la membresía, depende de los Estados miembros.
Sin embargo, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, a través de su portavoz Stéphane Dujarric, trató de quitar hierro al conflicto entre México y Ecuador y dijo que espera que las tensiones entre ambos países “sean tratadas mediante el diálogo”.
También recordó que la ONU ha expresado su “condena por las flagrantes violaciones a la ley internacional (…) cuando la Embajada de México en Quito fue asaltada” el pasado 5 de abril.
Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores, explicó que el objetivo de esta medida será que el Gobierno de Daniel Noboa rinda cuentas ante el violento acto que se genero en la Embajada de Mexico
“Hoy, ante el amparo del ordenamiento jurídico nacional y sirviéndonos de la ley, hemos decidido (…) llevar a Ecuador a rendir cuentas por su flagrante transgresión a la inviolabilidad de nuestra Embajada (…), así como por los ataques físicos perpetrados contra nuestros diplomáticos”, dijo la canciller.
Además de la expulsión de la ONU, México plantea a la Corte Internacional de Justicia los siguientes puntos:
- Establecer el precedente de que cualquier nación que actúe tal como Ecuador, debe ser expulsado en definitiva de Naciones Unidas.
- Evitar la repetición de estos casos ante el Consejo General de la ONU.
- Juzgar y declarar que Ecuador es responsable del daño.
Sobre la extracción de Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador quien es buscado en ese país por cargos de corrupción, el Gobierno argumentó que bajo la Convención de Caracas, México tenía todo el derecho de otorgar asilo al exfuncionario.
“A nosotros como país asilante nos corresponde juzgar si hay una persecución política, y le corresponde a Ecuador otorgar el salvoconducto, y en esa negociación pacífica a la que nunca recurrió Ecuador se pudo haber considerado algunos elementos adicionales.