Especialistas alertaron que México dejaría de participar en la prueba PISA 2025, sobre la que el Gobierno de la 4T ha vertido diversas críticas, y advirtieron que esa medida traería retrocesos en la educación de los niños.
Los malos resultados del país en la prueba PISA 2022 encendieron los focos rojos sobre un retroceso educativo tras la pandemia ya que fueron inferiores a los alcanzados en 2018 en matemáticas, ciencia y lectura.
Para estas fechas, coincidieron, México ya debería haber entregado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la documentación para formalizar su participación, y enviado su aportación económica, de cerca de 210 mil euros, lo cual al parecer no ha ocurrido.
Además, no asistió a las reuniones de marzo para tener detalles sobre la prueba, ni ha mostrado intenciones de realizar exámenes piloto.
Eduardo Andere, investigador visitante del Colegio de Boston y experto en política educativa, explicó que sus fuentes le han confirmado el retiro de México de la prueba PISA, lo que, dijo, se sumaría a una “estampida de malas decisiones” en política pública del actual Gobierno.
“En realidad estamos haciendo un daño a la educación, a los niños y a los jóvenes, porque nos estamos enviando al oscurantismo, a un México anterior al 2000 (año en que empezó a aplicarse esta prueba de la OCDE en el país) con malas pruebas, mal administradas, sin información”.
“Sería, digamos, la gota que derrama el vaso después de un período que inicia en el 2019. Es ir desbaratando todo el aparato institucional y de política pública de este tipo de evaluaciones”, agregó.
Entre las malas decisiones, refirió, está la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), de la prueba nacional Planea y el abandono de las evaluaciones regionales de ERCE–LLECE de la Unesco para América Latina.
Para Marco Fernández, especialista en educación del Tec de Monterrey y de México Evalúa, desde los resultados de Pisa 2022, difundidos a finales del año pasado, fue notoria la molestia y el desdén del Gobierno morenista con esta evaluación estandarizada
Refirió que entre el gremio se estima que el Gobierno federal esperará a que pasen las elecciones para que el anuncio de rechazar su participación en PISA no les reste votos en las urnas.
Estimó que ya sea que gane la 4T o la oposición, la evaluación educativa será un gran reto en la próxima administración.
“Es muy triste observar cómo hay un desprecio al uso de la evidencia para guiar la política educativa y definitivamente lo que es preocupante es, por ejemplo, y lo tengo que decir con todas las letras, el silencio de las distintas instituciones públicas sobre este tema”.