Por primera vez en dos décadas, los recursos por la venta de gasolinas que obtiene el gobierno federal superaron a los que aportan las actividades petroleras.
Durante el primer trimestre del año, los ingresos por Impuestos Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de combustibles alcanzaron los 92 mil 92 millones de pesos, lo que representa un aumento de 195.1% anual en términos reales, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esta cifra contrasta con los ingresos petroleros obtenidos mediante el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, que durante los primeros tres meses del año totalizaron 33 mil 102 millones de pesos, un desplome de 60.8% anual real.
Desde 2002, el gobierno no obtenía más recursos por la venta de gasolinas que por la extracción de petróleo.
La no implementación de estímulos a las gasolinas por parte del gobierno está detrás del alza en los ingresos por combustibles.
La relativa estabilidad en los precios internacionales del crudo —de los cuales depende directamente el precio interno de la gasolina, ante la alta dependencia de la importación en el país— ha permitido al gobierno federal no otorgar subsidios a los consumidores, lo que se refleja en mayores ingresos por combustibles.
En tanto, el desplome en los ingresos petroleros del gobierno federal está relacionado con la política de apoyo a Pemex.
Según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el gobierno federal ha apoyado a Pemex con un total de 1.73 billones de pesos en lo que va de la administración.