El ejército israelí lanzó intensos bombardeos sobre el este de la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza, que ha recibido a más de un millón de refugiados desde que escaló la ofensiva.

Cerca de 1.2 millones de personas viven en esta ciudad en condiciones de hacinamiento, según Naciones Unidas.

Ayer, por la mañana, Israel inició “una operación de alcance limitado para evacuar temporalmente a los residentes en la parte oriental” de Rafah.

Según el portavoz del ejército, Daniel Hagari, impacta a unas 100 mil personas.

La evacuación forma parte de “la preparación de una operación terrestre en la zona”, añadió Hagari.

Tras eso, Hamás anunció que aceptaba la propuesta de alto al fuego negociada con mediación de Qatar.

Sin embargo, el gobierno de Israel rechazó esa propuesta.

La oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo que estaba “lejos de las demandas esenciales de Israel”, pero que de todos modos enviaría negociadores para continuar las conversaciones sobre un acuerdo.

Por su parte, el movimiento islamista advirtió que Israel prepara la ofensiva en Rafah “sin considerar la catástrofe humanitaria en la Franja ni el destino de los prisioneros enemigos en Gaza”, en alusión a los rehenes.