La recaudación de impuestos en los primeros cinco años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador fue la más alta para un periodo comparable con los gobiernos anteriores. Es el resultado de una estrategia basada en negar condonaciones no previstas por la ley, realizar el cobro de los gravámenes a que están obligados los grandes contribuyentes y aumentar la eficiencia de la administración, estableció información oficial.

Entre 2019, primer año del actual gobierno, y agosto pasado, los ingresos tributarios –los derivados del cobro de impuestos a empresas y personas por sus actividades económicas, así como a combustibles– sumaron 16.9 billones de pesos. Se trata de una cantidad que para efectos comparativos superó en 16 por ciento en términos reales, ya descontado el efecto de la inflación, a la recaudada por el mismo concepto en los primeros cinco años de la administración federal anterior, expuso el SAT.